viernes, 28 de marzo de 2014

USAGI YOJIMBO. UNA CIUDAD LLAMADA INFIERNO de SAKAI

Usagi Yojimbo, Una ciudad llamada infierno de Stan Sakai, edita Planeta deAgostini
Planeta DeAgostini, 2014.
216 páginas, 12,95 euros

EL ÚLTIMO CONEJO EN PIE


Stan Sakai vuelve a demostrarnos su dominio del medio con una nueva entrega del conejo samurai más popular. En esta ocasión con aventuras más violentas y directas de lo habitual.


Como ya pasaba en tomos anteriores se entremezclan historias cortas, que en ocasiones avanzan subtramas que el autor desarrollará en posteriores episodios, con dos capítulos más largos, que abren y cierran el volumen y que cuentan ese atropellado paseo por el pueblo llamado Infierno. Sakai vuelve a partir de un relato conocido para ofrecernos su reinterpretación, para adaptarlo ajustándolo a las características de su personaje. Aquí los aficionados al western o las películas de samurais reconocerán Yojimbo (1961) de Kurosawa, una narración que ya ha tenido otras dos versiones muy populares: la del italiano Leone en Por un puñado de dólares (1964) y la de Walter Hill en El último Hombre (1996), un estupendo film con Bruce Willis en su mejor momento. El tema es sabido, un pistolero llega a una pequeña ciudad e intenta sacar provecho del enfrentamiento entre dos bandas rivales. Alquila sus servicios a unos y otros, los engaña y se pasea por el filo de la navaja mientras la lista de muertos aumenta con rapidez.

Sakai evita las dosis de cinismo que caracterizaban anteriores acercamientos y su héroe intenta acabar con ambas bandas para beneficiar a los habitantes del pueblo. Por el camino se nos presentan varios secundarios más, algunos realmente interesantes. Los capítulos que ayudan a completar el tomo no son desdeñables. En “Nukekubi” sorprende el humor negro con el que se nos cuenta esta cacería de monstruos. “La espada de Narukami” es bastante bestia en el conjunto de la serie y llama la atención esa gran viñeta con el tipo de la espada clavada en la frente. “Teru Teru Bozu” es un divertimento que adopta aires de cuento gótico y recuerda a Kirby por su brutalidad e impacto visual. En cuanto al relato principal, es una historia de samurais en un estado muy puro. Hay peleas con espadas y matanzas y lo que se pierde en profundidad y sutileza se gana en ritmo y entretenimiento básico y trepidante.

Viñeta de Usagi Yojimbo, Una ciudad llamada infierno de Stan Sakai, edita Planeta deAgostini
En fin, no hay Usagi malo y éste no es una excepción. Sakai de todas formas está en boca de los aficionados por razones más personales que profesionales. Como cualquiera que siga su perfil de FaceBook ya sabe, recientemente perdía a su nieto de corta edad a causa de una enfermedad repentina e incurable. Los textos que el abuelo Sakai escribe para conmemorar algunos de los mejores y escasos momentos que vivió con el hijo de su hijo son entrañables y estremecedores. Pero es que a esa tragedia debemos sumar otra, con la que ya lleva mucho tiempo lidiando. Se trata de su mujer, Sharon, que se enfrenta a un cáncer terminal que la tiene postrada en cama, padeciendo lo indecible. De nuevo sorprenden algunas de las anécdotas que relata Sakai. En cierta ocasión, tras contar un episodio en que la acompañó en una de sus escasas salidas y que acabó con su mujer al borde de la asfixia y necesitando ayuda médica, remata la historia con un irónico “la diversión nunca acaba en casa de los Sakai”. He tenido el placer y el honor de conocerles en el salón de Gijón, siempre pendientes el uno del otro, realmente encantadores y cercanos. No puedo ni imaginar el dolor por el que estarán pasando. Sin embargo él es capaz de encontrar el humor y el valor para contarlo y compartirlo en lo que supongo es una suerte de terapia necesaria. Lo cierto es que reciben, no podía ser de otra manera, muchos apoyos de todo el mundo. Desde aquí yo también os mando un abrazo fuerte, Stan y Sharon.
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viernes, 21 de marzo de 2014

TEX. COLORADO BELLE de BOSELLI y FONT

Tex. Colorado Belle de Boselli y Font, edita Aleta
Aleta, 2014.
224 páginas, 15,95 euros.

EN EL PUEBLO FANTASMA


Si el western es un género prácticamente difunto en el cine, la serie de Tex nos demuestra que mantiene toda su vitalidad en las viñetas.


Tex siempre había sido un personaje aburrido y sus historias tendían a alargarse hasta el infinito. Era crudo, sencillo y violento y se podía entender que contara con innumerables seguidores porque reproducía muchos de los clichés que han dado fama a los relatos del viejo Oeste. Pero más allá de ese éxito prolongado en el tiempo, apenas podía competir con otra saga también de origen italiano, Ken Parker. Tras varios intentos que han dejado a mitad de publicación el admirable trabajo de Milazzo y Berardi, ya empezamos a pensar que jamás podremos leerlo completo en español. Y en eso llegó Tex. Primero hubo un primer intento de recuperación del personaje clásico, que se frustró rápidamente y confirmó la opinión que tenía de él. Pero luego empezaron a publicarse algunos de los especiales en los que participaban autores españoles. Dibujantes como el recientemente fallecido José Ortiz, Víctor de la Fuente, Blasco, Font, Bernet o Sommer. Y también algún guionista como Segura. ¡Y resulta que en su mayor parte eran excelentes! Muchos nos llegaban con retraso, por ejemplo el último que se ha editado se publicó originalmente en 2005. Pero da igual. A veces los dibujos son brillantes, en otros casos las historias nos atrapan y muchos de ellos tienen argumentos y grafismos fuera de serie. No exagero si digo que se cuentan entre lo mejor de lo publicado por aquí en la última década.

Para comprobarlo basta acudir a los Premios Haxtur, donde anualmente intentamos galardonar a los mejores tebeos sin prestar atención a su procedencia. La lista se inicia con Joe Kubert, que gana el Haxtur al Mejor Dibujo en 2004 con Tex. El jinete solitario. Al año siguiente Font es nominado por Tex. Los asesinos. En 2011 Segura y Ortiz son nominados por Tex. El oro del sur. Al año siguiente el mismo equipo repite nominación con Tex. Los cazadores de Fósiles, pero finalmente es Font el que se lleva el Haxtur al Mejor Dibujo con Tex. Los lobos rojos. En 2013 son dos los tomos de Tex que se reparten varios premios: Tex. Sangre en Colorado, de Claudio Nizzi e Ivo Milazzo, y Tex. El gran robo, de Claudio Nizzi y José Ortiz.

Viñeta de "Tex. Colorado Belle" de Boselli y Font, edita Aleta
Tal acumulación de galardones no es casual. Han entrado en la saga nuevos guionistas capaces de retomar los elementos más clásicos del western y aportarles nueva vida. Los argumentos giran en torno a atracos de trenes y bancos, luchas entre ganaderos y agricultores o mineros, persecuciones de asesinos, enfrentamientos de vaqueros contra indios y de indios contra indios… La lista completa. Los que amamos los westerns clásicos tenemos unas exigencias muy altas. No asociamos el género con las pelis de serie B con las que programadores indolentes rellenan las tardes en las televisiones locales. No, cualquiera que se acerque al Oeste sabe que debe medirse con Ford, con Hawks, con Mann, con Aldrich, con Eastwood… En fin, con los más grandes. No digo que esta última tanda de relatos de Tex alcance siempre el nivel de algunos de los creadores citados. Pero sí que la media es muy alta y que vienen acompañados por dibujantes en estado de gracia.

Por ejemplo, Font en esta Colorado Belle, la última entrega que nos ha llegado. La historia empieza y termina en un pueblo fantasma, donde se pierde la pista de la hermana de un predicador. Tex y su hijo se unen al pastor mientras intentan liquidar a una banda de auténticos asesinos. Todo el episodio es una prolongada persecución que no da descanso al lector. Si el guión está bien, que lo está y mucho, el dibujo es extraordinario. Font hace ya tiempo que no tiene nada que demostrar. Pero creo que nunca lo había visto tan rotundo, tan elegante, tan eficaz en sus encuadres y acabados. Su trabajo no es sólo bonito, también cuenta bien, caracteriza perfectamente a los personajes y exhibe un expresivo contraste de blanco y negro. Imprescindible.
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viernes, 14 de marzo de 2014

DIETER LUMPEN de ZENTNER y PELLEJERO

DIETER LUMPEN Integral, de Jorge Zentner y Rubén Pellejero, edita Astiberri
Astiberri, 2014.
264 páginas, 28 euros

LUMPEN INTEGRAL


Aunque originalmente la editorial Norma se encargó de publicar las aventuras de Dieter Lumpen, primero como episodios autoconclusivos en B/N en la revista Cairo y más tarde en álbumes a todo color, es ahora Astiberri quien lanza un recopilatorio de este peculiar personaje.


Dieter nace aprovechando el éxito de un héroe que supuestamente había aportado aires renovadores al género de aventuras clásicas. Frente a anteriores modelos colonialistas y paternalistas Corto Maltés realmente apoyaba a los más débiles y surfeaba las diferentes olas revolucionarias, de China a Irlanda pasando por Etiopía. Ya saben que no comparto el entusiasmo generalizado que parece despertar la obra de Pratt así que comprenderán que agradezca que los parecidos de Dieter con el marinero maltés sean más bien superficiales.

El maravilloso dibujo de Rubén Pellejero se emparenta con la tradición de la que bebe Pratt, esa corriente que gusta de la simplificación y el contraste extremo entre línea y sombra y que nos ha dado una breve pero intensa lista de autores privilegiados, de Sickles a Toth, pasando por quien firma el prólogo de este integral, Tim Sale. Pero lo que en el padre de Corto Maltés era más precipitación y torpeza que verdadera sencillez y expresividad, se transforma en fluidez y elegancia en el caso de Pellejero. Sutilezas a las que con el tiempo iría sumando una progresiva fuerza y un mayor grosor en la línea, tendencia que se acentuará justo al abandonar a Dieter.

Viñeta de DIETER LUMPEN Integral, de Jorge Zentner y Rubén Pellejero, edita Astiberri
Si en el terreno gráfico la serie marca pronto distancias con su referente más cercano, en el terreno argumental los parecidos también son equívocos. Nos paseamos por escenarios similares a los del maltés, pero de nuevo las diferencias son mayores que las coincidencias. Sí que hay una cierta ironía, un cinismo compartido. Los héroes posmodernos ya no defienden grandes principios, como mucho pequeñas ideologías o simplemente intentan no interferir y ganarse la vida sin demasiado esfuerzo, a ser posible. Pero así como los contextos políticos pesaban en exceso en las andanzas de Corto aquí sirven como telón de fondo y cuando afectan al relato lo hacen sin interferir apenas en las preocupaciones del héroe, lo que se agradece.

Hay que decirlo ya: Dieter Lumpen es uno de las grandes obras en la historia del tebeo español. Lo es en gran medida gracias al esfuerzo de Pellejero que aquí madura y mejora álbum a álbum ofreciéndonos una conjunción de dibujo y color sencillamente maravillosa. Pocos están a su altura. Pero es que además los guiones se siguen más o menos bien. Digo más o menos porque considero que Lumpen tiene un gran problema como es la personalidad de su protagonista, de una ambigüedad que le resta consistencia como héroe. Nunca acabamos de saber qué piensa, qué desea. Puede robar y hasta matar y luego preocuparse por el racismo o el abuso de los poderosos. Esa renuncia a un código moral convencional ablanda al personaje y le resta credibilidad. Luego está el aspecto relativo a las estructuras largas. Zentner es bueno en el cuento corto y toda la primera parte, construida a partir de episodios breves, es brillante. Luego llegan los álbumes de formato europeo y asistimos a historias alargadas, que se van salteando con ingeniosas anécdotas sin excesiva relación con la aventura supuestamente más importante. De hecho en la última entrega ya ni se molesta en buscar una excusa general y se dedica a entretejer un conjunto de relatos breves, más o menos conectados entre sí. En fin, Zentner es entretenido y en la distancia corta muy ingenioso, así que Lumpen se lee bien y Caribe sigue siendo un gran álbum. Y, desde luego, Pellejero sigue justificando por sí solo la adquisición de este volumen. Estoy completamente de acuerdo con Sale cuando dice, al final del prólogo: “Envidio a cualquiera que vaya a descubrir su trabajo por primera vez.

En 2003 se hizo una expo en el Casal Solleric de Palma de Mallorca que se presentó acompañado de un catálogo al que podéis echar una ojeada en este vídeo:

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viernes, 7 de marzo de 2014

LOS SURCOS DEL AZAR de P. ROCA

Astiberri, 2014.
328 páginas, 25 euros

LOS VIOLENTOS DE PACO


Paco Roca vuelve con una novela gráfica sobre los perdedores de la Guerra Civil. Sigue los pasos de un exiliado que siguió luchando en la II Guerra Mundial y que muchos años después aún vive para recordarlo.


Los asuntos relativos a la memoria son como un leitmotiv en la obra de Roca. Sobre su desaparición trata su celebrado Arrugas, donde un grupo de jubilados intenta conservar sus recuerdos ante los estragos del Alzheimer. El invierno del dibujante no dejaba de ser un gran ejercicio de reconstrucción, a partir de las memorias de diferentes dibujantes, que le permitían recrear un episodio poco recordado de la historia del tebeo español. Con estos precedentes no resulta extraño que finalmente el autor decidiese abordar un tema relacionado con eso que se ha venido a denominar memoria histórica y que en este país sólo significa una cosa: la Guerra Civil.

Su aproximación recuerda en parte la de Spiegelman en Maus. Plantea dos niveles narrativos. En uno, en el presente, el dibujante charla con un jubilado que sobrevivió al conflicto bélico. En el otro, en el pasado, asistimos a las correrías y desventuras del joven soldado, que lo llevan de África a Francia en un conjunto abrumador de giros del destino, casualidades y penurias. El pasado se representa con la bonita gama de colores a la que nos tiene acostumbrados el dibujante. Todo muy entonado, sin estridencias, con gamas de verde o marrón y un aire de fotografía antigua. El presente carece de color y una línea muy desnuda acompañada de unos parcos grises lo hace todo. El dibujo, como siempre también, es sencillo, claro y directo, con un entintado preciso y ajustado, sin artificios.


Viñeta de Los surcos del azar de Paco Roca, edita Astiberri
El tema es interesante, la Guerra Civil es sólo el punto de partida a partir del cual se inicia el tebeo. Luego acompañamos al protagonista de un lugar a otro en su constante lucha contra el fascismo. Finalmente entra en París y luego todo acaba de mala manera con una frustrada vuelta a España. Se exploran territorios similares a los que mostraban Kim y Altarriba en El arte de volar. Se trata de recuperar la voz de todos aquellos “perdedores” cuya lucha se prolongó muchos años después de terminada la contienda. En algunos casos volvieron convertidos en guerrilleros o maquis. Otros se reintegraron años más tarde o, como es el caso que nos cuenta Roca, formaron parte de los ejércitos aliados y jugaron un papel relevante en la reconquista de Europa. Según parece con la ingenua esperanza de que luego les ayudarían a expulsar a los fascistas de España. Algo que nunca ocurrió. En fin, tampoco permitieron que Patton marchara sobre Moscú…

Hasta aquí deberían leer si piensan en comprarse esta novela gráfica. Si lo que desean es ahorrarse la pasta, prosigan. Están avisados. Y es que yo no acabo de pillarle el punto a Paco Roca. Le reconozco todas las virtudes que he enumerado. Es riguroso en sus planteamientos y sus acabados son muy profesionales y agradables. Pero nada de lo que cuenta consigue interesarme. Sus constantes saltos del presente al pasado me aburren y narrativamente me parecen innecesarios. Y sus batallas son incomprensibles. Cada vez que un tanque hace algo no consigo entender qué ocurre. También me cuesta distinguir a sus protagonistas. Hay un momento en que comenta que le gustaría darle a las memorias del jubilado un aire a Los Violentos de Kelly, la peli de los setenta. Inmediatamente aclara que es un chascarrillo, él es demasiado serio como para hacer un mero entretenimiento. Personalmente, nunca me ha parecido una gran película, pero desde luego es un millón de veces mejor que el ladrillo que se ha marcado el amigo Roca. La memoria histórica tiene estas cosas.
Los surcos del azar (Sillón Orejero)
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