viernes, 19 de octubre de 2012

TARZÁN 100

Tarzan of the Apes - Edgar Rice Burroughs in comic

UNA OBRA MAESTRA... DEL CÓMIC


Se cumplen cien años de la genial creación de Burroughs. Si este héroe de la jungla ha tenido cierta fortuna literaria y algunas de sus adaptaciones cinematográficas son memorables, donde realmente ha producido un conjunto de obras extraordinarias es en el fértil mundo de las viñetas.

Su primer dibujante fue ni más ni menos Hal Foster, seguido poco más tarde por el no tan eficaz Rex Mason. Afortunadamente Foster pronto retomó el personaje y nos regaló varios años de aventuras trepidantes y espléndidamente dibujadas, antes de pasarle el testigo a Hogarth, que aportó otros aires a la serie. El Foster pre-Príncipe Valiente no es tan redondo en su narrativa y el dibujo carece del endiablado detalle que luego le caracterizará. Pero en cambio su pincel es expresivo y sugerente y se recrea en los aspectos más fantásticos de la creación de Burroughs. Es un gran tebeo, que aguanta cualquier revisión.

Con el tiempo la serie saltó de los periódicos al floreciente campo de las revistas de comics, donde nuevos creadores se encargaron de imaginar las andanzas que se ajustarían a aquel nuevo formato. Destaca Jesse Marsh, un dibujante de acabados aparentemente descuidados, pero que supo dar con el tono adecuado a los inteligentes guiones de Gaylord Dubois para la editorial Dell. Aquí nos llegó a través de varias encarnaciones, como Laida o Mico, entre otras.

Tarzán adaptaciones al comic por Florentino Florez

En los setenta los derechos fueron saltando de una editorial a otra. Primero DC se lo encargó a uno de sus principales artistas y por entonces editor, el recientemente fallecido Joe Kubert, que facturó una maravilla de ritmo y narrativa, rompiendo todas las reglas sobre composición de página. Cuando más tarde Marvel recogió el testigo y le pasaron el muerto a Buscema, éste apenas pudo competir con la extraordinaria versión de Kubert.
Tarzan cumple 100 años - comic, historieta

No nos olvidemos de la prensa. Tras décadas en que Tarzán era visualizado por dibujantes tan buenos como Ruben Moreira o John Celardo, en los setenta un creador limitado y con tendencia a la rigidez, Russ Manning, se encarga de la tira diaria y de los dominicales, realizando la obra de su vida. Por su Tarzán se pasean todos los comparsas y los lugares variados y fabulosos imaginados por Burrouhgs. Su trabajo es maravilloso y monumental y su Tarzán resulta moderno, poderoso y sexy, tan rotundo y bien perfilado como su limpio y contrastado blanco y negro.
Tarzan de Russ Mannning - comic

La suerte de Tarzán no decayó tras décadas de afortunadas adaptaciones. Gray Morrow en prensa o Lee Weeks en comic-book son otros grandes dibujantes que han puesto su saber y buen hacer al servicio del Lord salvaje. También Igor Kordey, que firmó algunas de las mejores incursiones que se han hecho últimamente. Como su Batman-Tarzán o su Tarzán-Carson de Venus, un delirio de ciencia-ficción espléndidamente dibujado que hasta el momento nadie se ha atrevido a traducir por aquí.

Tarzán, comic de Igor Kordey
Con Tarzán además ocurre un curioso fenómeno. Es un personaje que se adapta muy bien a los cambios de mentalidad. Empieza reflejando la visión colonial del mundo de principios del siglo XX. Es el tipo civilizado, el orden frente al salvajismo, la barbarie negra y animal. Pero poco a poco sentimos que lo civilizado deja de ser deseable y el “buen salvaje” gana la partida. Ya en el Tarzán de Manning se plantean dudas respecto a la presencia blanca en África. Dudas que se convierten en clamorosas afirmaciones en las versiones de Kordey y compañía. El hombre pasa de ser la especie superior que intenta domeñar el ámbito natural a convertirse en uno más, un primate que se equivoca, que peca de arrogancia cuando se enfrenta a lo inmutable. Una absoluta inversión de valores que el héroe completa con naturalidad. ¿En qué se convertirá en un futuro Tarzán? No podemos saberlo pero la celebración de su centenario es una excusa tan buena como cualquier otra para reflexionar sobre ese recorrido moral y vital, que también es en parte el nuestro.