viernes, 5 de junio de 2015

BIOPIC EN VIÑETAS: LAS AVENTURAS DE JOSELITO

Las aventuras de Joselito. El pequeño ruiseñor de José Pablo García edita Reino de CordeliaReino de Cordelia. Madrid, 2015.
160 páginas, 25,95 Euros.

LAS MUCHAS VIDAS DE JOSELITO


Arropado por una estupenda producción y con prólogo de ¡Jorge Javier Vázquez! Llega ahora un biopic en viñetas de Joselito, el niño cantor de mano de José Pablo García.


Este ambicioso volumen suscita una reflexión sobre aquellos tiempos en que el tebeo era un fenómeno de masas. Mientras Joselito triunfaba en el cine, guionistas y dibujantes inventaban argumentos para trasladar sus aventuras al comic.

Hoy en día, esa posición dominante de cine y tebeos ha sido ocupada por la tele, que a su vez se está viendo acosada por las nuevas plataformas, de internet a las tablets pasando por los videojuegos. Los nuevos pasatiempos atrapan la atención de los más jóvenes y puedo comprobar con mis alumnos cómo los hábitos de consumo se transforman de un día para el siguiente. En todo caso, la hegemonía televisiva parece haber llegado a su fin, siendo sustituida por una fragmentada constelación de fenómenos como Youtube y las mil páginas de la red que reclaman nuestra atención.

Así que tiene bastante lógica que un fenómeno como Joselito, que cabalgó varios medios como la radio, el cine, la televisión y los tebeos, sea ahora presentado en formato papel y con prólogo de una estrella catódica. Por cierto, un prólogo perfectamente escrito. Todo en el libro tiene calidad: el papel, la encuadernación, el color… Quien sienta curiosidad por el niño prodigio y sus desventuras, primero en África y más tarde en cárceles españolas, aquí encontrará respuestas para todas sus preguntas. Se notan las simpatías de José Pablo García, autor del volumen, hacia su protagonista, la compasión por las penurias de su infancia y los reveses que le deparó la vida. Otra cuestión es el cómo lo cuenta.

Las aventuras de Josellito. El pequeño ruiseñor de José Pablo García edita Reino de Cordelia
Aquí aparece uno de los asuntos más llamativos del trabajo, que imagino muchos valorarán como su punto fuerte pero que yo considero una de sus mayores debilidades. Cada episodio está realizado con un estilo diferente. Pastiches de autores clásicos como McCay o Pratt, también de la escuela Bruguera, del manga y de mil estilos más que el dibujante transita e imita con aparente facilidad. Cada uno va acompañado de su color correspondiente, en un delirio de variedad y precisión. Se supone que los estilos se ajustan a lo narrado aunque en el caso del encuentro de Joselito con el
Papa, no sé si la cita a Kirby es lo más adecuado. La cuestión es que el baile de acabados adquiere un protagonismo innecesario y contraproducente. Es por supuesto admirable y digna de elogio esa destreza camaleónica para reproducir a la perfección los estilos más diversos. Pero ello conlleva que como lector acabe más pendiente de cual será el siguiente estilo con el que me voy a encontrar, que de las andanzas del protagonista.

Quiero decir: la forma se come al contenido, lo adelanta, lo vacía. Al final, no se consigue construir un verdadero personaje. El artefacto posmoderno que sostiene la narración adquiere tal importancia que resta verdad al guión, quedando éste reducido a un conjunto de anécdotas, más o menos entretenidas, pero sin sustancia dramática. Véase por ejemplo cuando Joselito abandona a su representante o la ya citada audiencia con el Papa. Es un producto respetable y con elementos sin duda interesantes y ningún lector se sentirá defraudado si lo adquiere ni quedará mal si lo regala. Algunos de sus pastiches son realmente ingeniosos y ya he dicho que su producción es impecable. Pero creo que debería prestar más atención a la construcción de personajes la próxima vez.