viernes, 25 de enero de 2013

EL ARTE DE RUSS HEATH

Russ Heath. Flesh and Steel. El arte de Russ Heath

EL ÚLTIMO GRAN MACHO ALFA DEL CÓMIC

Carne y acero.
El arte de Russ Heath 

Casal Solleric. 24 de enero a 7 de abril de 2013. 

Se ha abierto en el Casal Solleric de Palma la muestra dedicada a Russ Heath, un octogenario dibujante conocido por su participación en la serie Sargento Rock.


DANDO GUERRA
Aunque con los años ha llegado a ser famoso por sus historietas bélicas, Heath comenzó su carrera fascinado por el western. Su padre había trabajado como cowboy llevaba a Russ Jr. a los seriales de los sábados, comentando con él las licencias que Hollywood se tomaba con el vestuario y unas costumbres que había conocido de primera mano. Así aprendió el joven Heath a preocuparse por el realismo, una constante que mantendría en toda su obra.

Cuando a finales de los cuarenta empieza a trabajar para Stan Lee en Marvel (que entonces se llamaba Atlas) dibujará muchos westerns. Pero, tras desatarse el conflicto en Corea, las editoriales propician un boom del género bélico, animados por el éxito que había tenido el nuevo enfoque de la EC, más realista. Heath se apunta al carro y pronto está facturando historietas de guerra para las dos grandes, Marvel y DC. Aunque de joven quiso alistarse como voluntario para luchar en la IIGM, no llegó a tiempo y la guerra concluyó antes de que pudiera concluir su entrenamiento. Corea ya lo pilló casado y con hijos y gracias a un amable médico consiguió quedarse en casa trabajando.

Russ Heath. Flesh and Steel. El arte de Russ Heath
Para DC dibuja innumerables historietas de Haunted Tank, una serie inédita en España. Nunca le gustó, le parecía repetitiva y sosa, cuatro tíos en un tanque minúsculo enfrentándose una y otra vez a los nazis. Algo mejor eran los guiones que Kanigher le escribió para Sargento Rock, donde su dibujo alcanzó el apogeo a mediados de los setenta. El mismo Heath llegó a escribir dos excelentes episodios: “Death stop” y “El primer Tigre de la Easy”. Su gusto por el detalle hizo que el recientemente fallecido Joe Kubert, su editor en la serie, afirmara que ningún dibujante debería documentarse mirando el trabajo de otros artistas… excepto en el caso de Heath, que era absolutamente de fiar.

Otra de sus historietas más conocidas es “Give and Take”, para la revista antibelicista Blazing Combat que sólo duró cuatro números. Casi una década después, a mediados de los setenta, dibujó su versión más sucia de la guerra para una publicación de Atlas Seabord, pero se la perdieron antes de que llegara a imprimirse y el autor apenas conserva unas fotocopias. Como él dice: “Quería contarles a los chavales que la guerra se parece más a “Salvar al soldado Ryan” que a "Sgt. Rock”.

Russ Heath. Flesh and Steel. El arte de Russ Heath¡A COMER!
Aunque Heath siempre presume de su vertiente realista, también ha coqueteado con la fantasía. Lo hizo ya a principios de su carrera, alternando todos los géneros, de la ciencia ficción al horror, y firmando portadas cargadas de vampiros y zombies realmente antológicas. Más tarde permanecería en una serie que le permitió demostrar su pasión por el mar, Sea Devils, donde encontramos un buen surtido de monstruos marinos. En Star Spangled War Stories dibujó a soldados de la IIGM luchando contra dinosaurios. Él odiaba aquellas historias y pronto las abandonó pero siguen siendo grandes divertimentos.
Cuando a finales de los setenta colabora en las revistas de horror de Warren evita los guiones más fantásticos, quedándose con los asesinos del hacha, los gangsters… ¡y los caníbales! Para Warren firma un conjunto formidable de historietas donde exhibe unos grises maravillosos, construidos con una peculiar mezcla de aguadas y lápiz. Siempre procuró controlar todo su trabajo y se ganó el derecho a entintarse a sí mismo desde el principio. Pero en esta etapa su dominio del claroscuro realmente le sitúa muy por encima de la media.
Esquivó los superhéroes mientras pudo aunque en los noventa dibujó una novela gráfica de Batman. Los royalties eran demasiado jugosos como para rechazarlos. Pero siempre ha despreciado a con entusiasmo a los tipos con esquijama.

Russ Heath. Flesh and Steel. El arte de Russ Heath¡CHICAS, CHICAS, CHICAS!
Tampoco se mostró especialmente interesado por el humor aunque en determinados momentos dibujó algunas historietas cómicas. Colaboró en MAD con su amigo Harvey Kurtzman y mucho más tarde en National Lampoon, una publicación paródica que alcanzó un sorprendente éxito en los setenta. Para ellos dibujó la muy sexy “Cowgirls at war”. En esa misma línea de humor picante realizó poco después “Tuck it Inn”, para la revista Cheri y varias historietas para Penthouse.

Pero sin duda su contribución más conocida en el campo del humor para adultos es Little Annie Fanny. El personaje de Kurtzamn para Playboy lo embarcó en una de las aventuras más disparatadas de su vida. Un auténtico ejército de dibujantes se encargaba de dar vida a los alocados guiones de Kurtzman que luego eran revisados por el gran jefe en persona, Hugh Hefner. El sistema era tan complejo que Heath acabó viviendo en la Mansión Playboy en Chicago para evitarse los constantes viajes desde Nueva York. También aprovechó para dibujar y conocer mejor a unas cuantas conejitas. Divorciado desde principios de los sesenta, Heath vivió los años más intensos de la década en la ciudad que se hizo célebre por sus disturbios y por los choques entre la policía y unas masas que aspiraban a unos cambios que no acababan de producirse. El dibujante participó de aquel frenesí y disfrutó de la bulliciosa revolución sexual en marcha. Y, por supuesto, sus fechas de entrega se resintieron.

Él asegura que empezó a dibujar mejor para así justificar sus constantes retrasos. En todo caso, su pasión por la mujer es patente en su obra, donde siempre aparecen bellísimas, con estilo y una fuerte personalidad. En muchas ocasiones se trataba de amigas o novias a las que fotografiaba y luego incluía en sus historietas. Hoy ya retirado todavía conserva numerosos dibujos con jovencitas semidesnudas a las que convenció para que posaran para él. Y sus anécdotas están llenas de historias como aquella en la que las manchas de una lámina son de la laca de uñas de una novia que se aburría al verlo dibujar.

Russ Heath. Flesh and Steel. El arte de Russ HeathDURO COMO UNA ROCA
En gran medida Heath y su arte representan un estereotipo de los setenta del que no hemos conseguido librarnos. Me refiero al machote digno de toda confianza, un modelo masculino que ya se separa algo de los paternales roles anteriores (tipo John Wayne, para entendernos) pero todavía no se acerca al que le sucedería, ese hombre pavo real que surge en los sesenta. Hablo de la estirpe de Lee Marvin, Steve McQueen, Clint Eastwood o Burt Reynolds. Más o menos cool o de baratillo, representan a un hombre que no se avergüenza de su sexualidad ni de sus deseos y que empieza a expresarlos con toda la claridad que las nuevas libertades le permitían. Lógicamente, uno de los abanderados de esa nueva actitud es Hefner y su Playboy. Luego el discurso feminista nos aclararía que las conejitas eran unas obreras explotadas por el gran patrono blanco y que aquellos galanes eran poco menos que proxenetas o chulos poco camuflados. Y la etapa de los grandes machos llegaría a su fin. Aunque a algunos como a Eastwood todavía se les perdona la vida, no dejan de ser excepciones en un panorama que prima otros modelos más escurridizos.

En realidad en torno al imperio que se montó Hefner había no pocos elementos que favorecían cambios reales. Heath siempre lo ha defendido y eso que pensaba que debía ser un tipo raro. Hasta que empezó a asistir a sus fiestas. En todo caso ese mundo que se transforma y desaparece, ese último brillo desinhibido de los setenta está muy presente en el trabajo del dibujante. En la fortaleza que emana de sus protagonistas, en su eterna seguridad, en la firmeza casi pétrea con que los sitúa. Sus héroes son más que reales, expresan un ideal casi inalcanzable, demuestran una autoconfianza contagiosa.

Cuando con más de cincuenta años se pone a dibujar Lone Ranger para los periódicos, Heath exhibe todo lo que sabe y nos ofrece su visión del mundo. Realiza una tira de aventuras clásica pero actualizada, con una gama de detalles que luego desaparecían en una descuidada reproducción. Pero a él no le importaba, fue su última oportunidad para volver al género del que se había enamorado siendo un crío, el western. Introduce personajes históricos, de Mark Twain al general Custer, y nos apabulla con su limpieza técnica, con sus claroscuros y su eficaz narrativa.

Russ Heath. Flesh and Steel. El arte de Russ HeathCARNE Y ACERO
Heath es uno de los grandes y sin embargo en muchos libros aparece citado a causa de una anécdota que para él significa muy poco. Una de sus viñetas en Haunted Tank fue copiada por Lichtenstein y la encontramos versioneada en uno de los cuadros del conocido pintor pop. Hoy la obra de éste último se vende por millones de dólares y se muestra en retrospectivas que viajan de Chicago a Londres, donde dentro de un mes se le dedicará una exposición en la Tate. Y ¿quién se acuerda de Heath? Mientras los vampiros del arte popular revolotean a sus anchas los auténticos creadores permanecen en la sombra esperando un reconocimiento que no acaba de llegar.

La exposición constituye el esfuerzo más serio por agrupar y mostrar de forma ordenada el trabajo más representativo de Heath, incluyendo algunas planchas y portadas de los cincuenta, páginas de Sea Devils, episodios completos de Haunted Tank y Sargento Rock, páginas de National Lampoon, un completo recorrido por sus mejores entregas para Warren, con varias de sus historietas con Bruce Jones, etc. Sumen a ello algunos de sus dibujos para las compañías de animación en las que trabajó a finales de los ochenta o series de ilustraciones realizadas con apenas veinte años y que aún conserva, entre otras muchas sorpresas y comprenderán que los años que hemos dedicado a organizar esta muestra han merecido la pena.
Además, hemos producido un voluminoso catálogo donde se recogen todas las obras expuestas, escaneadas con sumo cuidado, un extenso texto biográfico que tengo el placer de firmar y una comicgrafía bastante impresionante. En catalán, castellano e inglés. Les aseguro que con la que está cayendo no ha sido fácil llevar este proyecto a buen término. Así que deseo y confío que todos los amantes del comic abarroten hoy las salas del Solleric para admirar la labor de uno de los grandes: Russ Heath.